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Sábado 20 de Abril de 2024

03/04/2020

Espectáculos

Coronavirus: cómo es la cuarentena de la actriz Luli Torn en una isla paradisíaca cerca de Bali

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Luli Torn, varada en Indonesia

Se lució en 100 días para enamorarse (Telefe) haciendo el personaje de una joven Nancy Dupláa. Y el año pasado todos hablaron de su Dina en Argentina, tierra de amor y venganza (eltrece), la prostituta amiga de la China Suárez. Hacía dos años que Luli Torn no se tomaba vacaciones y quiso desquitarse: a finales de diciembre se fue de mochilera con cuatro amigos a recorrer parte de Asia. Por el coronavirus y los cierres de fronteras, la actriz quedó varada en Gili Trawangan, una paradisíaca islita en el medio del Océano Índico , cerca de Bali, en Indonesia. "Hay once horas de diferencia y me acostumbré a ciertos truquitos para hablar con mi familia", dice Luli, que se levantó a las 7 de la mañana para hablar con LA NACION .

-Te fuiste de vacaciones y no sabes cuándo volves, ¿qué estaba planeado y qué no, en este viaje?

-A finales de diciembre me fui de mochilera con cuatro amigos a recorrer Asia. Hacía dos años que no me tomaba vacaciones y quería hacer un viaje largo. Éramos cinco en la primera parte del viaje y recorrimos Tailandia, Vietnam y Camboya. Ellos se fueron y yo me quedé con mi amiga Juli, cosa que también estaba planificada, e hicimos Malasia, Singapur, Filipinas y Bali. Cuando llegamos a Bali todo era ya más incierto. Planeé estar tres meses de vacaciones, de mochilera y después pasó todo lo que pasó en el medio, en el mundo y las cosas se fueron modificando. No sabía muy bien cuándo volvía. Bali era mi último destino marcado en el mapa, sabía que si me quería quedar, podía hacerlo y si me quería volver, también. Me vine con pasaje de ida nada más porque en otros viajes tuve que volverme antes, por cuestiones de trabajo. Y adelantar el pasaje me salía más caro que sacar un pasaje nuevo. Era muy flexible mi viaje y por eso pude adaptarlo.

-¿Tu amiga se quedó también?

-No, ya está en Buenos Aires. Me quedé con Juli todo el segundo mes. En Bali la cosa se puso más complicada, empezaron a amenazar con que iban a cerrar las fronteras en la Argentina y ella se asustó y se sacó un pasaje de regreso. Bueno, dos pasajes porque el primero se lo cancelaron, lo perdió y tuvo que sacar otro con el que finalmente viajó. Yo decidí quedarme asumiendo que podía pasar que cerraran las fronteras. Pensé: tengo la opción de volver y quedarme encerrada en mi casa o seguir mi viaje y ver qué pasa. Elegí quedarme porque no quería terminar este viaje hermoso de esa manera y porque en la Argentina no iba a poder hacer nada, ni trabajar, ni ver a mi familia ni a mis amigos. Vivo sola así que la opción era quedarme encerrada en mi casa o en una isla.

La nueva vida Lucía Torn, en una isla paradisíaca cerca de Bali, donde prefirió quedarse después de que la Argentina cerrara las fronteras
La nueva vida Lucía Torn, en una isla paradisíaca cerca de Bali, donde prefirió quedarse después de que la Argentina cerrara las fronteras

-Sola y tan lejos de casa, ¿sentiste miedo alguna vez?

-Por momentos tengo miedo porque es muy histórico y muy raro lo que está pasando. Nunca nadie se esperó vivir esto. Por otra parte, no es lo mismo pensar que no te querés volver a que, aunque quieras, ahora no podés. Pero cuando me vienen esos pensamientos a la cabeza me doy cuenta de que estoy mejor acá. Es una isla muy chiquitita, está cerrada al turismo y no hay casos de coronavirus. Aparte, la distancia de prevención es natural porque hay muy poca gente y hace demasiado calor como para que sobreviva cualquier virus. Si estuviera en mi casa, igual haría videollamadas a mi familia. Hablo muy bien inglés y acá todos hablan inglés porque viven del turismo. Aunque ya aprendí unas palabras básicas de indonesio. Esta isla está llena de gente en temporada alta en los resorts , las escuelas de buceo, los restaurantes, pero Indonesia cerró sus fronteras porque la Organización Mundial de la Salud tomó medidas. Cuando yo estaba en Bali era una joda, estaba todo abierto, la gente de fiesta y ahí dudé, pero hace dos semanas llegué a esta isla.

Uno de los posteos de la actriz de Argentina, tierra de amor y venganza
Uno de los posteos de la actriz de Argentina, tierra de amor y venganza

- ¿Extrañás algo...? ¿El mate, por ejemplo?

-No me traje el equipo de mate al viaje y estuve dos meses y pico con muchas ganas, pero mi instructora de buceo es española y está de novia con un argentino, entonces tienen mate. En esta isla, en el medio de la nada, me reencontré con el mate. Es como estar de vacaciones en la playa, el mismo ritmo. Me divierto mucho más de lo que me divertiría en casa.

-¿Cómo son tus días en cuarentena en esa islita?

-Me levanto sin alarmas, él tiene un hotel y trabaja porque hay algunos turistas que quedaron por un mes más y la gente que trabajaba en el hotel se volvió a sus pueblos. Yo me voy a caminar, a nadar con las tortugas, a hacer snorkel, buceo, leo al atardecer. Nos juntamos mucho con los instructores de buceo de la isla porque se armó una especie de comunidad. Y todos tomamos mate, pintamos.

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Que alguien me pellizque [R]

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-¿Quién es él...? ¿Conseguiste novio?

-[Se ríe] Sí, ¡hasta novio y todo tengo! Se puede decir que soy una chica de recursos. Tom es belga y es instructor de buceo. Vive en esta isla, trabaja en la escuela de buceo más grande de la isla que se llama Mantra y tiene un hotel. La escuela ya no está operando, pero en el hotel todavía hay gente alojada porque la isla cerró. A veces trabajamos en el jardín del hotel. Llevo vida de isla. Es paradisíaca y está en el medio del océano, a una hora y media de Bali, en un bote rápido y seis en un bote lento. Aprendí a bucear en Tailandia, al principio del viaje. Buceé todo el mes en Filipinas y volví a certificarme en esta isla como avanzada. Ya la tengo re clara. El coronavirus y las circunstancias de la vida me llevaron a vivir esta experiencia y la estoy aprovechando.

-¿Fantaseás con quedarte en esa isla con el instructor belga?

-No, algo que tengo clarísimo es que mi vida está en Buenos Aires y amo a mi familia, a mis amigos y mi profesión. No tiraría todo lo que hice por la borda. Sé que mi vida está allá y este es un hermoso impasse . Estamos en contacto con el cónsul, tenemos un grupo de WhatsApp con otros argentinos y, cuando sea el momento, voy a volver. Ahora estoy mejor acá que en mi casa, pero tengo clarísimo que voy a volver y a trabajar también.

Estamos en contacto con el cónsul, tenemos un grupo de WhatsApp con otros argentinos y, cuando sea el momento, voy a volver.

-¿Qué dice tu familia de la decisión que tomaste?

-Mis papás están tranquilos porque igual haríamos videollamadas. La diferencia es que estoy a veinte mil kilómetros de distancia y a once horas más. Mis padres son médicos y me transmitieron mucha tranquilidad. Hay mucha información y estando sola y tan lejos, empezás a paniquearte. Mi mamá es clínica y está trabajando y mi papá está en cuarentena por una cuestión de salud, pero colabora en la parte logística. Entiendo que ya se está planificando la estrategia de contención. De vez en cuando leo algunas noticias, pero no mucho porque si no me pongo muy ansiosa. Los amigos y la familia me dosifican la información. Acá no hay Wifi y dependo de los datos del teléfono que compro en un kioskito. No estoy hiper conectada. El destino me jugó a favor, en el sentido de que no sé qué tanto planifiqué esto, pero sí tomé la decisión de quedarme y estar tranquila cuando todo el mundo se volvió loco por sacar pasaje. Si me tengo que volver en dos meses, lo haré. No quiero arruinar el final de mi viaje. Aparte, en Indonesia, gasto menos plata de lo que gastaría en mi casa en cuarentena: se come por medio centavo de dólar. Seguiré nadando con las tortugas. Ya se va a acomodar todo, tarde o temprano. Estoy tranquila.

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-Sola y tan lejos de casa, ¿sentiste miedo alguna vez?

-Por momentos tengo miedo porque es muy histórico y muy raro lo que está pasando. Nunca nadie se esperó vivir esto. Por otra parte, no es lo mismo pensar que no te querés volver a que, aunque quieras, ahora no podés. Pero cuando me vienen esos pensamientos a la cabeza me doy cuenta de que estoy mejor acá. Es una isla muy chiquitita, está cerrada al turismo y no hay casos de coronavirus. Aparte, la distancia de prevención es natural porque hay muy poca gente y hace demasiado calor como para que sobreviva cualquier virus. Si estuviera en mi casa, igual haría videollamadas a mi familia. Hablo muy bien inglés y acá todos hablan inglés porque viven del turismo. Aunque ya aprendí unas palabras básicas de indonesio. Esta isla está llena de gente en temporada alta en los resorts , las escuelas de buceo, los restaurantes, pero Indonesia cerró sus fronteras porque la Organización Mundial de la Salud tomó medidas. Cuando yo estaba en Bali era una joda, estaba todo abierto, la gente de fiesta y ahí dudé, pero hace dos semanas llegué a esta isla.

Uno de los posteos de la actriz de Argentina, tierra de amor y venganza
Uno de los posteos de la actriz de Argentina, tierra de amor y venganza

- ¿Extrañás algo...? ¿El mate, por ejemplo?

-No me traje el equipo de mate al viaje y estuve dos meses y pico con muchas ganas, pero mi instructora de buceo es española y está de novia con un argentino, entonces tienen mate. En esta isla, en el medio de la nada, me reencontré con el mate. Es como estar de vacaciones en la playa, el mismo ritmo. Me divierto mucho más de lo que me divertiría en casa.

-¿Cómo son tus días en cuarentena en esa islita?

-Me levanto sin alarmas, él tiene un hotel y trabaja porque hay algunos turistas que quedaron por un mes más y la gente que trabajaba en el hotel se volvió a sus pueblos. Yo me voy a caminar, a nadar con las tortugas, a hacer snorkel, buceo, leo al atardecer. Nos juntamos mucho con los instructores de buceo de la isla porque se armó una especie de comunidad. Y todos tomamos mate, pintamos.