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Viernes 29 de Marzo de 2024

03/04/2020

El Mundo

TUCUMANOS POR EL MUNDO

Porqué en Europa no hay colas en los bancos

Usar dinero en efectivo en Europa es una rareza. No existe la cola en un cajero para cobrar tu sueldo. Por Juan Manuel Muñoz Tuttolomondo, desde Oxford

Por Juan Manuel Muñoz Tuttolomondo 

Desde Oxford, Inglaterra


Cuando vine a Europa, uno de mis propósitos fue entender a lo que nos referimos con "primer mundo". Y entre otras cosas, descubrí rápidamente algo fundamental: usar dinero en efectivo en Europa es una rareza. No existe la cola en un cajero para cobrar tu sueldo.

Normalmente el lugar que uno recurre cuando busca trabajo por primera vez en Inglaterra es una agencia. Allí, luego de pedirte tu pasaporte y el domicilio en el que estás, te pedirán que abras una cuenta en un banco. Ello es muy fácil de hacerlo por internet, en 5 minutos podés tener tu cuenta y a los pocos días te llegará tu tarjeta a casa. También es posible hacerlo en alguna sucursal de un banco, pero hoy por hoy es perder el tiempo.

Con esa cuenta, podés manejar todas tus finanzas desde tu celular. Llevar el registro organizado de tus ingresos y gastos. Y lo más importante: en Europa hasta para comprar un chicle usás tu tarjeta, o tu tarjeta virtual desde tu celular. Tener efectivo es para contadas ocasiones, es común andar por meses con 10 libras en tu billetera. 

Pero, ¿es esto algo irreal o imposible de conseguir en Argentina? En mi opinión no. No es una tecnología ni absurdamente cara ni tampoco sería difícil de imponer en nuestro país.

Cada comerciante que no quiere perder dinero tiene ese posnet, que es exactamente igual al que conocemos, con la diferencia que recibe lo que se llama "contactless". Esto es un sistema de pago que, con solamente acercar tu tarjeta o tu celular con algún medio de pago (como por ejemplo Google Pay), en segundos completas la transferencia de dinero.

Esto no sólo es rapidez y utilidad, sino seguridad. No cargar efectivo es algo que tranquiliza. En Argentina mucho más. Y con este medio no sólo no cargas efectivo, sino, que en caso de extraviar o que te robaran tu tarjeta, podés bloquearla inmediatamente con tu celular. Lo mismo, si te roban tu celular, primero deben desbloquearlo, luego deben entrar a tu cuenta y también desbloquear tu PIN. Y en caso de hacerlo, cualquier transferencia queda registrada, mientras tanto vos ya llamaste al banco para bloquear la tarjeta virtual y rastrear tu celular.

En este momento veo en los medios y televisión argentina cómo miles de personas deben recurrir a un cajero, cuando podrían recibir su sueldo, jubilación, asignación, o lo que sea que ingrese a su cuenta, por medio de transferencia bancaria sentados cómodamente en su casa. Y respetando la cuarentena por el coronavirus.

Colas de varias cuadras, incluso calles cerradas (como en Tafí Viejo), acrecentando el riesgo de contagio y posibles robos. Si aplicáramos ésto, no sería más que una notificación como cualquier otra de Facebook o Instagram, con la tranquilidad de saber que ya dispones de tu dinero.

Lo mismo ocurre cuando pagas: inmediatamente o en cuanto tengas señal, recibes la notificación y podés ver el balance de tu saldo.

En un kiosco, en el colectivo, en el súper o en un bar. Todo se paga con sólo apoyar la tarjeta por unos segundos. Hasta incluso dividir la cuenta y cada uno pagar su parte co tarjeta. Sin contacto físico (hoy todo un tema, por la pandemia).

¿Una solución que no quieren los bancos en Argentina, ni los políticos? Tocas muchos intereses y posibles medios de manipulación, ya lo sabemos. Pero el día que lo tengamos, ésto brindará más libertad y transparencia para todos.

Empezar a combatir el desempleo, la corrupción y la inseguridad empieza con cosas como esta.

Tomar nota de este avance mundialmente aplicado, es pensar en nuestros abuelos, padres y nosotros mismos. La tecnología es un tema que jamás pensamos cuando reclamamos a nuestros legisladores, tal vez por desconocimiento como el que yo tenía.

Por eso, siento el compromiso con escribir más sobre estos medios tecnológicos que aquí, en Europa, son comunes, y hasta los adultos mayores lo usan sin problemas.

Los beneficios del "primer mundo" están a nuestro alcance. Para beneficio de todos. En particular de los miles de argentinos que hoy arriesgan su salud para cobrar sus haberes en efectivo. ¿Podremos hacerlo?

Aún estando lejos uno no olvida jamás su país y su gente.

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