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Jueves 28 de Marzo de 2024

05/04/2018

El Mundo

La Corte de Brasil habilitó la detención de Lula Da Silva

En un fallo dividido que desempató la presidenta del tribunal, se rechazó el hábeas corpus que evitaría que el ex presidente fuera a la cárcel por el caso Lava Jato.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil rechazó un recurso extraordinario de hábeas corpus que Luiz Inácio Lula da Silva había presentado para evitar ir a prisión por una condena por corrupción y dejó con ello al ex presidente a punto de ser encarcelado. 
Los 11 jueces de la corte se decantaron con un voto muy ajustado de 6-5 contra el recurso de Lula tras una maratónica jornada de más diez horas en la sede del tribunal en Brasilia. Fue la presidenta de la Corte, Carmen Lúcia Antunes, quien desempató en las primeras horas de hoy.
Con el fallo, el STF abrió la puerta a que la Justicia pueda decretar ya en los próximos días un encarcelamiento de Lula por una sentencia a más de 12 años de cárcel a la que fue condenado en enero. Para que haya una orden de arresto es necesario que la revisión de la condena del ex presidente esté cerrada en la segunda instancia judicial. Eso podría ocurrir en cuestión de días, ya que la Corte a cargo sólo tiene que responder a unas objeciones formales de la defensa tras haber rechazado ya las apelaciones previas.  “¿Cómo se puede hablar de efectividad judicial si no hay un momento en que ya se pueda ejecutar la pena?”, dijo el juez Alexandre de Moraes, uno de los magistrados que se decantó contra Lula. 
El llamado hábeas corpus preventivo presentado por los abogados de Lula buscaba evitar una orden de arresto antes del final del proceso en todas las instancias judiciales posibles. 
Tras el final del caso en segunda instancia, el ex presidente puede recurrir en una tercera instancia al Superior Tribunal de Justicia (STJ), la máxima corte brasileña para asuntos no constitucionales, y como último recurso puede intentar llevar el caso ante el STF, la instancia final de la Justicia brasileña. Esas apelaciones se llevarían a cabo ya con Lula preso en caso de que la Justicia decida enviarlo a prisión en los próximos días. 
El drama judicial en torno al ex presidente (2003-2010), claro favorito para ganar las elecciones presidenciales de octubre, disparó las tensiones en Brasil en las últimas horas. Cientos de manifestantes salieron a protestar a favor y en contra de Lula en varias ciudades del país. 
También las Fuerzas Armadas fueron blanco de críticas después de que el comandante del Ejército, Eduardo Villas Boas, emitiera públicamente una opinión política criticando la “impunidad”, en una evidente alusión a un posible fallo del Supremo favorable a Lula.  La grave crisis institucional en la que está sumido Brasil desde hace años por los escándalos del caso sobre corrupción política Lava Jato ha generado en ciertos sectores de la sociedad llamados por una intervención militar en el país. Lula, de 72 años, fue condenado el año pasado a nueve años y medio de cárcel en primera instancia por cargos de corrupción en Lava Jato. 
Un tribunal de apelación confirmó la sentencia a finales de enero y aumentó la pena a 12 años y un mes en segunda instancia. Al mismo tiempo, la corte regional de Porto Alegre abrió la puerta a que Lula pueda ser encarcelado una vez que el caso sea cerrado en segunda instancia.  (DPA)
El rechazo de Evo Morales.- “Repudiamos la amenaza de golpe de Estado del general Luiz Gonzaga Schroeder si el hermano Lula da Silva no va preso. América Latina es una región de paz, cualquier amenaza contra nuestros hermanos es una amenaza contra todos. Defenderemos la democracia.to.
Manifestaciones.- El imninente juicio ante el Supremo agitó al país en las últimas horas del martes. Cientos de personas salieron a protestar por todo el país, entre otros lugares en las metrópolis San Pablo y Río de Janeiro, así como en Brasilia, a favor y en contra de Lula. 
Demoras.- Las posibilidades de Lula de revertir su condena incluso si obtiene el “habeas corpus” el miércoles son consideradas bajas, pero los recursos podrían retrasar el desenlace de su drama judicial durante meses. 
VIOLENCIA.- La presidente del STF, Cármen Lúcia, se dirigió esta semana a los brasileños para pedirles que eviten actos de violencia. “Vivimos tiempos de intolerancia”, lamentó Lúcia, días después de que una caravana de Lula fuera atacada a tiros en el sur de Brasil, y menos de tres semanas después de que la activista negra Marielle Franco, fuera asesinada en una calle de Río de Janeiro. 
Amenazas.- El martes a la noche causó revuelo una declaración del comandante del Ejército, Eduardo Villas Boas, que se pronunció contra “la impunidad” en la red social Twitter en una evidente declaración política, que fue leída por amplios sectores como una amenaza de golpe de Estado militar. 
Condena.- Lula fue condenado por el juez Moro en julio de 2017 inicialmente a nueve años y medio de prisión por cargos de aceptó la reforma de un apartamento a cambio de favorecer a la constructora OAS en sus negocios con la petrolera estatal Petrobras. Un tribunal de apelación de Porto Alegre confirmó la sentencia en segunda instancia en enero y aumentó la pena a 12 años y un mes
Lava Jato.- La investigación, considerada como la mayor operación anticorrupción de la historia brasileña, salpica a gran parte de la clase política del país, entre ellos también al actual presidente, el conservador Michel Temer. 

El Supremo Tribunal Federal de Brasil rechazó un recurso extraordinario de hábeas corpus que Luiz Inácio Lula da Silva había presentado para evitar ir a prisión por una condena por corrupción y dejó con ello al ex presidente a punto de ser encarcelado. 

Los 11 jueces de la corte se decantaron con un voto muy ajustado de 6-5 contra el recurso de Lula tras una maratónica jornada de más diez horas en la sede del tribunal en Brasilia. Fue la presidenta de la Corte, Carmen Lúcia Antunes, quien desempató en las primeras horas de hoy.

Con el fallo, el STF abrió la puerta a que la Justicia pueda decretar ya en los próximos días un encarcelamiento de Lula por una sentencia a más de 12 años de cárcel a la que fue condenado en enero. Para que haya una orden de arresto es necesario que la revisión de la condena del ex presidente esté cerrada en la segunda instancia judicial. Eso podría ocurrir en cuestión de días, ya que la Corte a cargo sólo tiene que responder a unas objeciones formales de la defensa tras haber rechazado ya las apelaciones previas.  “¿Cómo se puede hablar de efectividad judicial si no hay un momento en que ya se pueda ejecutar la pena?”, dijo el juez Alexandre de Moraes, uno de los magistrados que se decantó contra Lula. 

El llamado hábeas corpus preventivo presentado por los abogados de Lula buscaba evitar una orden de arresto antes del final del proceso en todas las instancias judiciales posibles. 

Tras el final del caso en segunda instancia, el ex presidente puede recurrir en una tercera instancia al Superior Tribunal de Justicia (STJ), la máxima corte brasileña para asuntos no constitucionales, y como último recurso puede intentar llevar el caso ante el STF, la instancia final de la Justicia brasileña. Esas apelaciones se llevarían a cabo ya con Lula preso en caso de que la Justicia decida enviarlo a prisión en los próximos días. 

El drama judicial en torno al ex presidente (2003-2010), claro favorito para ganar las elecciones presidenciales de octubre, disparó las tensiones en Brasil en las últimas horas. Cientos de manifestantes salieron a protestar a favor y en contra de Lula en varias ciudades del país. 

También las Fuerzas Armadas fueron blanco de críticas después de que el comandante del Ejército, Eduardo Villas Boas, emitiera públicamente una opinión política criticando la “impunidad”, en una evidente alusión a un posible fallo del Supremo favorable a Lula.  La grave crisis institucional en la que está sumido Brasil desde hace años por los escándalos del caso sobre corrupción política Lava Jato ha generado en ciertos sectores de la sociedad llamados por una intervención militar en el país. Lula, de 72 años, fue condenado el año pasado a nueve años y medio de cárcel en primera instancia por cargos de corrupción en Lava Jato. 

Un tribunal de apelación confirmó la sentencia a finales de enero y aumentó la pena a 12 años y un mes en segunda instancia. Al mismo tiempo, la corte regional de Porto Alegre abrió la puerta a que Lula pueda ser encarcelado una vez que el caso sea cerrado en segunda instancia. 

El rechazo de Evo Morales.- “Repudiamos la amenaza de golpe de Estado del general Luiz Gonzaga Schroeder si el hermano Lula da Silva no va preso. América Latina es una región de paz, cualquier amenaza contra nuestros hermanos es una amenaza contra todos. Defenderemos la democracia.to.

Manifestaciones.- El imninente juicio ante el Supremo agitó al país en las últimas horas del martes. Cientos de personas salieron a protestar por todo el país, entre otros lugares en las metrópolis San Pablo y Río de Janeiro, así como en Brasilia, a favor y en contra de Lula. 

Demoras.- Las posibilidades de Lula de revertir su condena incluso si obtiene el “habeas corpus” el miércoles son consideradas bajas, pero los recursos podrían retrasar el desenlace de su drama judicial durante meses. 

VIOLENCIA.- La presidente del STF, Cármen Lúcia, se dirigió esta semana a los brasileños para pedirles que eviten actos de violencia. “Vivimos tiempos de intolerancia”, lamentó Lúcia, días después de que una caravana de Lula fuera atacada a tiros en el sur de Brasil, y menos de tres semanas después de que la activista negra Marielle Franco, fuera asesinada en una calle de Río de Janeiro. 

Amenazas.- El martes a la noche causó revuelo una declaración del comandante del Ejército, Eduardo Villas Boas, que se pronunció contra “la impunidad” en la red social Twitter en una evidente declaración política, que fue leída por amplios sectores como una amenaza de golpe de Estado militar. 

Condena.- Lula fue condenado por el juez Moro en julio de 2017 inicialmente a nueve años y medio de prisión por cargos de aceptó la reforma de un apartamento a cambio de favorecer a la constructora OAS en sus negocios con la petrolera estatal Petrobras. Un tribunal de apelación de Porto Alegre confirmó la sentencia en segunda instancia en enero y aumentó la pena a 12 años y un mes

Lava Jato.- La investigación, considerada como la mayor operación anticorrupción de la historia brasileña, salpica a gran parte de la clase política del país, entre ellos también al actual presidente, el conservador Michel Temer. 


Fuente: LaGaceta.com

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