Coronavirus. El análisis de José Luis Espert: "No hay salud sin economía"

El economista y excandidato a presidente José Luis Espert participó de una entrevista en Terapia de Noticias, por LN+, y opinó sobre la decisión del gobierno de Alberto Fernández de priorizar la salud, por sobre la economía ante la crisis sanitaria y económica que enfrenta el mundo por la pandemia del nuevo coronavirus.

"Inicialmente, el Presidente se equivocó cuando dijo 'primero está la salud, después la economía'. Creo que van de la mano, son dos caras de la misma moneda. No hay salud sin economía, no hay economía sin salud", comenzó Espert.

Para el economista existe en la sociedad y en el Gobierno cierto optimismo, por lo que advirtió sobre una necesidad de mantener la seriedad. "Hay que advertir desde ahora, para evitar triunfalismos. Veo muchos 'vamos ganando', como en Malvinas. Cuidado que todavía no vino el frío. Seamos serios", lanzó.

Según analizó Espert, mientras la cuarentena obligatoria continúe la Argentina deberá esperar un "derrumbe de la actividad económica y de la recaudación": No obstante, consideró que ve un pequeño cambio de actitud en ciertas medidas del Gobierno vinculadas con la economía de las pequeñas y medianas empresas, a las que se les está haciendo muy difícil sobrellevar esta pandemia.

"Esta medida de que el Estado se hará cargo de parte de la nómina salarial de pymes y de comercios, de gente que no está facturando nada, creo que está bien, que el Gobierno lo tenía que hacer para evitar una ruptura mayor de la cadena de pagos", justificó.

Asimismo, describió como una realidad evidente el hecho de que gran parte de la sociedad no pueda pagar los impuestos durante este período. Por lo que consideró que una baja tributaria por parte del Gobierno sería una medida "razonable" que debería ser llevada adelante. "El Gobierno debería adecuarse a esta situación para que el daño no sea mayor", opinó.

Por último, se refirió a la reciente decisión de prohibir temporalmente los despidos. "Me parece ridículo", dijo. Y agregó: "Los políticos creen que el placer del empresario está en despedir gente. Esto demuestra que el Presidente prefiere una empresa que se funda y que se despidan diez empleados, en lugar de dos o tres".