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Miércoles 24 de Abril de 2024

01/07/2018

Rusia 2018

Rusia 2018

La culpa viene de arriba

El equipo y el DT son los principales apuntados, pero el problema es más profundo
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Daniel Angelici y Claudio Tapia, las cabezas de una AFA poco seria e improvisada. Es momento de cambiar

Joel Katz
@joelkatz00

Redactor Hola Tucumán

¿Falló Jorge Sampaoli en el partido de hoy, y en el Mundial en general? Si, está claro que si. El DT no repitió equipo en el torneo, ni siquiera esquema de juego. Equivocó caminos, planteos, y cambios. Sin ir más lejos, hoy jugó con dos extremos, para desbordar y tirar centros a un 9... que no estuvo hasta los 20 del segundo tiempo, cuando ingresó Sergio Agüero. Además, gastó insólitamente un cambio con el ingreso de Federico Fazio por Marcos Rojo; cambiar un central no parece ser la solución al mal funcionamiento del equipo. Sobre el final, teniendo en el banco a jugadores de equipos de la elite europea como Giovanni Lo Celso, Paulo Dybala y Gonzalo Higuaín, decidió hacer ingresar a Maxi Meza, que recién hace sus primeros pasos en la Selección (jugó su cuarto partido con la albiceleste). Nunca se supo con claridad la idea de juego. ¿Tiene culpa Sampaoli? Si, por supuesto que tiene parte de la culpa.

¿Fallaron los jugadores? Está claro que sí. Caballero no se mostró seguro y tuvo un error garrafal, Armani poco pudo hacer ante Francia, excepto, quizás, en el tercer gol, donde quizás podría haber hecho algo más. La defensa falló; en todos los partidos, la selección recibió goles, un total de 9 en 4 partidos. No brindaron seguridad, y no colaboraron con los arqueros. El mediocampo fue muy irregular, le costó muchísimo generar juego, romper líneas, y contener las transiciones de los rivales, sobre todo hoy. Los extremos desequilibrantes no pudieron mostrar su mejor versión, tampoco los delanteros de área. Y Lionel Messi hizo lo que pudo; es cierto que quizás no mostró su mejor nivel, pero estamos tan acostumbrados a que haga todo que le exigimos demasiado. Y no pudo llevar más lejos al equipo, porque no estuvo acompañado, y, aparentemente, no se sintió del todo cómodo con el sistema de juego. ¿Hay culpa de los jugadores? Si, hay. Faltó rebelión, jugaron muy atados al sistema de juego, y con mucha presión externa.

Ahora, más allá de la responsabilidad de los jugadores y del DT, hay que hacer una autocrítica más profunda. Y las principales cabezas de esta previsible pero dolorosa eliminación no son otros que los dirigentes, esos hombres de traje que manejan el fútbol sin interesarse mucho en el desarrollo verdadero del deporte, sino solamente buscando beneficios personales. Ojo, dirigentes buenos hay. No muchos posiblemente, pero hay.

El problema es la pésima gestión que se está haciendo en la AFA. Ya con Grondona la situación era turbia. Después de su fallecimiento, las cosas empeoraron, aún cuando era una chance inmejorable de cambiar las cosas para bien. De la asunción de Luis Segura a un puesto que le quedó enorme, a la papelonesca elección que terminó 38-38 cuando había 75 votantes; la renuncia de Gerardo Martino, tras alcanzar 2 finales en Copa América, por la negativa de distintos clubes a ceder jugadores para los Juegos Olímpicos, algo que seguramente en tiempos anteriores era impensado; ¿No debería ser la Selección nacional la prioridad de todo el fútbol argentino?; la asunción de Edgardo Bauza, que sólo duró 8 partidos, hasta la aparición de Claudio Tapia como nuevo presidente de AFA. Un dirigente que apostó a la llegada de Jorge Sampaoli para encabezar un nuevo proyecto, que empezó apenas un año antes del Mundial. El mismo dirigente que, según afirmaba, buscaba federalizar la AFA, pero hoy está destruyendo el fútbol del interior.

Recapitulando: desde Brasil 2014 hasta Rusia 2018 hubo ¡3! DT al mando de Selección. ¿Se puede lograr algo cambiando tan seguido, sin respetar un proyecto? Las respuestas están a la vista. La ilusión de los argentinos estaba, pero por dentro la mayoría sabía que llegar lejos, o ser campeón en Rusia, era sólo una utopía; con tanta improvisación, imposible lograr algo. Y así como en la Selección mayor no se bancan proyectos, tampoco en las inferiores, donde hay un notable declive, con resultados muy flojos aún teniendo grandes jugadores. Sería una buena idea intentar seguir el ejemplo de otros países que  coordinan la Selección mayor con la selecciones juveniles, como Alemania, que inculca una misma idea de juego, formando a los jugadores como profesionales y como personas. Y lo más importante, mantienen proyectos, no los destruyen al primer tropiezo. Por eso fueron campeones en 2014, por mantener a un entrenador que asumió en 2007, y que tenía, y tiene, la misma idea de juego que su antecesor. Puede ser un buen momento para dar un volantazo desde los cimientos, para por fin empezar a ser serios. Pero como siempre, dependerá que los dirigentes, los que más poder tienen en el fútbol, aún cuando son los que menos saben del mismo.

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