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San Miguel de Tucumán

Martes 23 de Abril de 2024

27/07/2018

Deportes

HISTORIA DE VIDA

El sueño de llegar a primera

Lautaro Quiroga, tucumano que actualmente reside en España. Jugó en San Martín,CEF 18, Atlético Tucumán y en Europa integró los equipos de Alcobendas Levitt y Fuenlabrada.
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Con la bufanda del 6 a 1 de España contra Argentina y su camiseta del Alcobendas Levitt.

Benjamín Fermoselle Habib
@BenjaFermoo

Redactor Hola Tucumán

Todo niño, tucumano, futbolero, desea ser jugador de fútbol profesional, en algunos casos viajan desde chicos a Buenos Aires, a River, Boca, Racing, etc. o por qué no a otras provincias, cómo Córdoba y Rosario. Ésta es la historia de un pibe que sueña con llegar a lo más alto, haciendo lo que más le gusta, jugar al fútbol.

Nació un 26 de enero de 1999 en San Miguel de Tucumán, actualmente tiene 19 años. Sus padres, Carlos Quiroga y Laura Quintana decidieron llamarlo Lautaro, el era, rubio de ojos claros y de gran tamaño. Cuatro años más tarde llegó Gerónimo, el del medio. La princesa de la casa, Guadalupe, tiene nueve años, es la más mimada y es la última de los hermanos.

Su padre, abogado de profesión lo ayudó, en gran parte de su infancia en cuánto a lo futbolístico, le permitió viajar desde chico a una filial de Barcelona en Buenos Aires. Comenzó de chico a patear el balón, a los cinco ya jugaba en uno de los clubes más importantes de Tucumán, en San Martín. Tras un fugaz paso por el club rojiblanco y sin tiempo debido al colegio, Lautaro siguió su sueño en uno de los semilleros más grande de la provincia, el Centro de Educación Física N°18 (CEF). Al cumplir 10 años viajó al Barcelona, pero a la filial en Buenos Aires, tras dos años retornó al equipo de Pellegrini y Bolívar. Tres años pasaron, inconvenientes personales lo llevaron al club de la vereda del frente, al "Decano".

"Lau", para sus amigos tucumanos hizo los primeros 5 años de primaria en el Colegio Montserrat ubicado en las intersecciones de calle Colombia y Avenida Estado de Israel. Gerónimo, su hermano actualmente estudia en el mismo colegio. En Capital Federal terminó sus estudios primarios e inició el primer año de su secundaria en el colegio salesiano Don Bosco en Ramos Mejías. Por diversos problemas tuvo que volver a su provincia y terminó de estudiar en el ICE (Instituto de Ciencias Empresariales).

Mientras charlaba con nosotros, Lautaro ordenó un café con leche para calentar el cuerpo y la garganta, contaba sus experiencias, comparó los dos países y se sorprendió de lo distintos que son.

"En España se vive muy bien, el transporte público es diferente, los colectivos, los subtes están limpios, en la calle no vez a nadie tirando un papel. Es muy distinto, no hay problemas, no hay delincuencia. Yo creo que me gustaría vivir allá por mucho tiempo más", comparó con su país.

Luego de unos minutos de charla distendida también comparó los dos países en cuánto a lo deportivo, "El gobierno en España ayuda mucho a los clubes para que no pongan tanta plata de su propio bolsillo, por ejemplo el estadio Coliseum Alfonso Pérez, del Getafe es de la municipalidad. Hay muchos clubes con una historia parecida a la de éste club".

En su niñez comenzó jugando de medio centro, a medida de que pasaban los años fue creciendo, física y futbolísticamente, hoy tiene una altura de 1,85 metros y pesa 76 kilos. Al viajar al país europeo junto con un grupo de chicos, que prácticamente eran sus amigos ya que se conocieron en los clubes por donde jugaron lo hicieron jugar, debido a su altura de marcador central, "Me siento cómodo en esa posición, los consejos que me dieron allá fueron que si quería llegar lejos debía jugar en esa posición".

Tras llegar al país de habla castellano estuvo a pruebas dos meses junto a Javier Lobo AragónGonzalo MartínMarcelo Carmena y Enzo Sánchez. Juntos quedaron enamorados del gran país, viajaron 10 chicos, solamente se quedaron 5. 

"El hecho de que estuviéramos todos juntos nos vino muy bien, porque por momentos la pasamos mal, estuvimos tristes, por el tema de siempre, extrañar tu casa y estar en otro país sin tu seres queridos, pero al estar juntos nos ayudo mucho, nos conteníamos el uno al otro", recordó.

En las vacaciones que le dan en el club donde juega actualmente, el Fuenlabrada, viene a su provincia a reencontrarse con sus amigos, familia y conocidos. A la hora de volver siempre es difícil, "Cada vez que vengo y me voy se me rompe el corazón, pero son los primeros días, cuando no tenes actividad, luego cuando empiezo a jugar y a entrenar me distraigo".

Si bien Lautaro no estudió en la facultad en Argentina, realizó un curso de entrenador de fútbol nivel 1 y nivel 2. Este año comenzará a estudiar el idioma principal en el mundo, el inglés.

En la vida pasan cosas, a veces lindas y otras malas, y principalmente la última opción ocurre en el fútbol. "Cuando recién llegaba, siempre estaba cerca de integrar los 11, entrenaba toda la semana, y cuando daba la lista los viernes mi entrenador y yo no estaba me destruía por dentro".

"Allá aprendí mucho de la unión del grupo, todos los vestuarios son muy unidos,sanos y muy compañeros, pero acá en Argentina nada que ver", comparó y analizó el compañerismo.

A la hora de vivir y sobrevivir en otro país sin tus padres es complicado, tenes que buscar lugar donde dormir, hacer las compras para comer, tus gastos y muchas cosas más que sin un ingreso se pone muy difícil, pero para "Lauta", como le dicen en España su "tutor" fue su representante, el le dio alojamiento, comida y hasta botines, con lo cual Lautaro está muy agradecido con él.

El fútbol te hace conocer diferentes estadios, campos de juegos, vestuarios y hasta rivales, el mejor lugar donde pudo hacer rodar la pelota en Argentina fue en el estadio único de Catamarca, en el país Europeo tuvo la suerte de estar en la cancha donde juegan los juveniles del Real Madrid y quedó enloquecido, pero lamentablemente no pudo pisar el verde césped. 

Por diversos problemas con su representante, se alojará en un departamento cedido por Patricia y Susana, clientas de su padre en Argentina y que actualmente viven en España. Si hay alguien a quién agradecer en España es a Borja Bardera, el fue un profesor de Lautaro Quiroga en el curso de director técnico, éste maestro le facilitó contactos con diversos entrenadores de varios clubes.

En el deporte mas famoso del mundo, haces compañeros, te encariñas con los clubes, aprendes de maestros y también haces muchísimos amigos, eso le paso a Lautaro. "Los amigos que hice son muy buena gente y buenas personas, estuvieron siempre ahí cuando sabían que yo estaba mal porque no jugaba", recordó emocionado.

"Cuando fui a la filial del Barsa maduré de cabeza como jugador, aprendí que a los entrenamientos no se falta, también que todo el trabajo tiene su recompensa, ahí hice el click de que yo quería ser un jugador profesional", recordó admirado.

Muchos jugadores profesionales y en formación tienen vida privada, por ahí salen con sus amigos y otros a bailar, "Yo allá no salía, era normal, aparte en España es otra cultura, yo creo que no está malhacer eso, pero obviamente cuando se pueda y con responsabilidad", opinó.

Periodistas, jugadores, relatores, locutores teníamos ese equipo, que de chico  nuestro padre nos inculcó el amor por la camiseta. Íbamos a la cancha donde gritábamos, llorábamos y reíamos, Lautaro es hincha de San Martín de Tucumán y de Barcelona por su ídolo máximo, Lionel Messi.

Se siente muy identificado con el astro argentino, "De chico me fui al igual que él, pero salvando las distancias que Lio se fue a España y yo a Buenos Aires".

Una de las anécdotas positivas de su experiencia en el país gallego fue con su anterior club, el Alcobendas Levitt le ganó a los juveniles del Real Madrid. Otra historia es que encontró grandes jugadores y pudo tomarse una foto con ellos, tal es el caso de Guti, flamante defensor del Real Madrid y entrenador de los pibes merengues, también consiguió fotografiarse con Esteban Cambiasso y el "Chori" Dominguez y muchos más.

Todo tucumano que asiste a los partidos de liga tiene la chance de observar los campos de juegos en muy mal estado, en algunos casos el rectángulo dónde se disputa el deporte más lindo, es aceptable, en España la mayoría de las canchas son de césped sintético, solamente los clubes grandes poseen la hierba natural en sus centros de entrenamientos y canchas donde disputan los partidos. 

Ésta es la historia de un joven que desde chico tuvo un sueño, vivió muchas cosas, buenas y malas, el desvío de su tabique y una pubalgia lo marginó de chico pero rápidamente volvió a las canchas, actualmente vive en España lejos de su familia y amigos, no sale a bailar, entrena de lunes a viernes, su vida es profesional y el lo siente así, el es Lautaro Quiroga, jugador de Fuenlabrada y no va a parar hasta llegar a primera división.

Una historia de sacrificio, humildad y compromiso.


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