La Expo X derribó tabues en Tucumán en sólo dos noches

Un grupo de amigas miran vibradores en el sex shop y una de ellas dice: "este es igual al mío"; en un rincón, el BDSM llama la atención de curiosos y no son pocas las mujeres que se animan a vivir la experiencia con látigos, a la vista de todos. Más allá, el caño, muestra la sensualidad y fuerza de chicos y chicas; y esto es sólo una parte. El mundo de la sexualidad se abrió en Tucumán y hay sólo una regla: disfrutar.

Las dos noches de la Expo X se vivieron intensamente en nuestra provincia. Los prejuicios se quedaron afuera del Hilton y la gente que asistió tuvo una sóla consigna: abrir la mente. Muestras de arte erótico, charlas infromativas, drag queens, pero sobre todo: diversidad. 

La primera exposición sobre sexualidad y erotismo del NOA llegó a romper los límites de la mente en la sociedad y mostrar las miles de formas en las que se puede vivir la sensualidad y cómo naturalizarla.

Germán Miroli fue uno de los organizadores del evento y confesó que superó todas sus expectativas, que sólo en la primera noche hubo 700 personas y las redes sociales ardieron. "Tucumán estaba esperando un evento como este para poder venir, ver y aprender sobre todo", afirma.

Mientras Germán habla, Sakura, le cuenta a varios interesados sobre BDSM. "Estamos dando la cara, para que pierdan el miedo, la sexualidad es un aspecto más como comer y dormir. Hay que empezar a naturalizarlo sin tabúes", dice la chica que está vestida toda de negro, con red, y presume una pancita de al menos 5 meses de embarazo. "Queremos que la gente le pierda el miedo a esto, que vea que somos gente normal, que tenemos familia y que con precauciones y cuidados se puede disfrutar del sexo de otras maneras sin lastimar a otro", explica Sakura, y aclara con mucho enfasis: "nuestra finalidad no es hacer daño sino que el otro disfrute".

Ella es un "switch" (cambia de roles), pero está junto a tres Amos, una Mistress (dominantes) y una sumisa. En esta práctica, uno cede el poder y el otro lo ejerce. "Es una sexualidad alternativa que puede implicar o no coito", detalla Sakura. Y por último hace una confesión sobre los tucumanos que visitaron su stand: "Se están dando cuenta de que son más pervertiditos de lo que se imaginaban", asegura. Es que los curiosos no tan sólo miran, sino que también prueban elementos e incluso se animan a la electricidad. Un antes y un después.

El balance de Germán, siguió por unos minutos más. Contó satisfecho, que se animó a participar de la Expo mucha gente grande, arriba de 60 años y que se divirtieron, miraron y no hubo juicios ni prejuicios. Pero no tan sólo los mayores abrieron los ojos y la cabeza, los jóvenes que visitaron el sex shop se encontraron un nuevo mundo que no tiene muchos límites. "Es la primera vez de mucha gente, entrando a un lugar así".

El sex shop está repleto, y aunque algunos lo hacen con timidez, todos se animan a preguntar y sacar sus dudas. Las mujeres a la cabeza. Porque son las menos cerradas y, según cuentan las chicas que trabajan allí, las menos tímidas a la hora de explorar el lugar. "Los chicos se esconden", confiesan, risueñas. Desde vibradores con pilas y también con cables usb para facilitar la carga, hasta lencería y disfraces (productos favoritos de las tucumanas), pasando por aceites eróticos y de masajes hasta perfumes, hay un sinfín de mercadería para vivir la sexualidad de manera diferente y cortar con la rutina.

Las opciones para ellos tampoco son pocas y algo que llama mucho la atención es la sensación super real que tienen algunos juguetes sexuales pensados para los chicos. O chicas traviesas, ¿por qué no? 

El caño ardió, las drag queens brillaron, el circo erótico sorprendió y las charlas ayudaron a entender y comprender las muchas y diversas formas de la sexualidad, a derribar tabúes y a entender que el sexo es sólo una parte más de nuestra vida y tiene que ser vivido con total libertad.