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Viernes 26 de Abril de 2024

21/02/2020

Economía

“No creo que el FMI sea el malo de la película”, expresó un importante líder de los bonistas

Hans Humes, líder de un comité de acreedores en Nueva York, afirmó que los bonistas y el FMI “no son enemigos” y que nadie, ni la vicepresidenta Cristina Kirchner, quiere un default total
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El inversionista Hans Humes, fundador del fondo Greylock

Un importante representante de los bonistas extranjeros dijo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) debe justificar mejor los motivos por los cuales los acreedores privados de la Argentina deben aceptar una quita importante de la deuda.

Hans Humes dijo a Infobae que “nadie quiere un default total o volver a los años de largos juicios como ocurrió entre 2005 y 2015”. “Confío en el instinto de Cristina Kirchner”, expresó.

En diálogo telefónico desde Estados Unidos, Humes, el fundador del fondo Greylock que ahora maneja su propia firma de inversión, expresó que el mercado no debe ver al FMI como un enemigo, sino como uno de los tres actores que forman parte de la solución al problema de la deuda de la Argentina.

Un día después del comunicado del organismo multilateral, en el que expresó que la deuda argentina no es sustentable y que los privados deben aceptar una quita importante, Humes afirmó: “No nos alcanza con la información que brindaron”.

—¿Qué opina del comunicado del FMI?

—Lo más relevante de ese comunicado es saber cómo hizo para llegar a la conclusión de que la deuda no es sustentable, para que los acreedores entiendan cómo llegó a esa conclusión. No es que no coincidamos con el concepto de que la deuda no es sustentable porque entendemos los parámetros que utilizaron en el comunicado; pero no nos alcanza la información que brindaron.

¿Cree que fue positiva la misión?

—Reitero: deben explicar todo lo que pasó, porque el ánimo de los inversores cambió después de que Mauricio Macri perdió las elecciones primarias. Ahora creo que el Gobierno está buscando más crecimiento y exportaciones y creo que el ministro Martín Guzmán es muy capaz. Pero hay que saber más acerca del análisis del Fondo; de lo contrario, es sólo un gran titular para los medios de comunicación, sin sustancia. Hay tres partes en esta situación, el Gobierno, los bonistas y el FMI. Todos coinciden en que la economía está mal, que hay que recrear las condiciones para el crecimiento. Pero si vamos a avanzar, ellos deben mostrar todos sus números. Deben hacerlo.

—¿Comparte el enojo de parte del mercado con el Fondo, por no aceptar una quita y pedírsela al sector privado?

Entendemos que el Fondo no hace quitas en el capital de su deuda. Y también que la situación es compleja. Además, no creo que sean los malos de la película ni que quieran que todo el esfuerzo lo haga el mercado; esa es una conclusión simplista y equivocada. Por supuesto que no compartimos todos los objetivos con el FMI y algunos hasta se contraponen. Por otro lado, está claro que en la Argentina piensa muy mal del FMI por la historia reciente. Los entiendo, pero ellos quieren colaborar. No veo ni a la Argentina ni al FMI como enemigos; entiendo que el Gobierno está tratando de que se recupere el crecimiento. La clave es comunicar los números y las decisiones en forma correcta.

O sea que aceptan que habrá una quita significativa…

-Todos tenemos que hacer concesiones. En Wall Street no somos las víctimas; las víctimas son las personas pobres que no tienen comida en la Argentina.

¿Cree que el default es un escenario más probable que hace algunas semanas?

—No está en el interés de nadie recrear la situación de los juicios del 2005 al 2015. No hay razones para un default duro. Si ocurre será por el error de alguien.

El economista Nouriel Roubini dijo que sí es probable un default total

-Roubini un gran economista, pero tiene que captar la atención de los titulares de los medios de comunicación. Además, cuando uno se la pasa pronosticando una crisis, posiblemente acertará en una ocasión y no en las otras ocho o nueve. Quiero ser categórico: confío en el instinto del presidente Alberto Fernández, de la vicepresidenta Cristina Kirchner y del ministro Guzmán.

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