Un odontólogo tucumano nos cuenta como se viven estos momentos en Palma de Mallorca

Pasaron 22 años desde que Pablo Mateu Zelarayán dejara Tucumán junto a su esposa Tili para radicarse en Palma de Mallorca, donde formaron una familia y hoy, como en toda España y en otras partes del mundo, les toca vivir esta pandemia del Coronavirus. El odontólogo tucumano, de 48 años nos cuenta por qué eligieron esta ciudad mallorquina para vivir y cómo la están pasando en estos momentos.  

"Hace 22 años salimos de Tucumán con mi mujer Tili con destino a Palma de Mallorca. La elegimos porque mi padre nació aquí y después de haber emigrado a Argentina cuando era un niño, decidió volver a su tierra y por detrás lo seguimos nosotros", comentó Pablo.

"Tili y yo tenemos tres hijos. Pau, de 21, que estudia en Inglaterra, Agus de 19, que está estudiando en Madrid, y Sebi, de 14, que cursa 3ro de la ESO y está en Palma con nosotros", agregó.

"Palma es una isla del Mediterráneo. Tiene 420.000 habitantes. Un clima excepcional. Paisajes de ensueño. Es eminentemente turística. En verano la isla recibe unos 12.000.000 de visitantes, llevando al límite la capacidad de alojamiento y servicios. Para que se hagan una idea, la ciudad de Palma tiene un tamaño similar a San Miguel de Tucumán. La isla de Mallorca es una sexta parte de la provincia de Tucumán en km cuadrados", destacó Mateu Zelarayán, como para ilustrar un poco sobre la ciudad en la que viven.

"La verdad que la vida aquí es muy tranquila y segura, con estabilidad económica y social; hasta que llegó a nuestras vidas esta situación que el mundo entero esta viviendo. Algo inimaginable", nos cuenta Pablo desde Palma de Mallorca.

"Nadie sospechó que aquel virus del que se hablaba en todas las noticias de todos los medios de comunicación del mundo y que afectaba a China, podría haber llegado a países de Europa, Africa, Oceania y hasta de América... Aunque ahora todos echemos la culpa a los gobernantes por su falta de previsión", comenta Pablo.

En España se viven momentos intensos, siendo uno de los países en los que mayor números de infectados y muertes se registran. Con cifras muy preocupantes.

"Lo cierto es que a partir del 9 de marzo la vida de todos se detuvo. Las distancias se agrandaron, las medidas se endurecieron. Lo primero que determinó el gobierno español fue la suspensión de las clases en universidades, colegios, centros de formación profesional en Madrid. Y posteriormente, a los dos días limitaron el movimiento de los ciudadanos por vía aérea", narró Pablo sobre estos momentos de pandemia en tierra española.

"Nosotros por suerte conseguimos que vuelva a tiempo a casa nuestro hijo Agus. Fue un verdadero alivio. Lo que no conseguimos es tener con nosotros al mayor de nuestros hijos, Pau; ya que en Inglaterra las medidas se tomaron mucho mas tarde, por lo cual a él no le parecía necesario venirse a casa en aquel momento. Y ahora ya no es posible volar desde allí ni entrar a Palma", contó sobre la situación vivida por su familia.

"Todo esto era impensable. Quien lo iba a decir... En cuestión de días todas las comunidades autónomas se fueron sumando a tomar las mismas medidas. Ya no se hablaba de Epidemia, sino que pasó a llamarse Pandemia. Finalmente,el 14 de marzo el gobierno decretó el estado de Alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19", narró Pablo.

"Nuestros días transcurren de una manera bastante tranquila. No nos podemos quejar de nada. A pesar del confinamiento y de las limitadas salidas a la calle que podemos hacer (en mi caso voy medio día a mi consultorio a atender únicamente urgencias y casos de extrema necesidad y en el de mi mujer pasear el perro y salir a comprar algo al super), siempre tenemos actividades en casa que nos hacen pasar las horas casi sin darnos cuenta: lectura, entrenamiento físico y compartir en familia el tiempo", comentó sobre sus vivencias durante la pandemia.

"Las noticias son muy tristes. Cuesta creer que todo esté 'parado', las calles casi vacías, las playas desiertas. Pero hay alguien que respira aliviada y es la Tierra. Nuestro planeta es el único favorecido con este virus. La calidad del aire ha mejorado un 65% desde hace solo dos semanas", destacó.

Como en otras partes del mundo, la economía también está golpeando duro en España. Pablo Mateu también habló al respecto. "Toda la economía está paralizada.Ya veremos como la recuperaremos entre todos. Pero ahora es el momento de salir juntos de esta. Y estoy seguro que lo haremos. Unidos. Como nación, como planeta..... Es nuestro deber hacerlo", señaló.

"Siempre queda la esperanza de que esta pandemia sirva para resetear al mundo, y que las sociedades despierten con consciencia de la voracidad del dios Mercado, que deja a los países con los servicios públicos, (tan necesarios en estos momentos), diezmados en situaciones críticas", destacó. "También es cierto que las videoconferencias nos acercan a la familia y amigos, por muy lejos que estemos, y eso siempre alimenta el ánimo", añadió.

"Ya habrá momentos para valorar y salir de la tremenda crisis global que se nos viene encima. Lo más importante ahora es la salud, respetar el confinamiento y cuidar así a nuestros mayores, que son el valor más preciado en cualquier cultura", opinó.

"Tranquiliza saber que en Argentina, y por ende en Tucumán, se tomaron medidas con los primeros casos, mucho más rápido que aquí. Eso va a ayudar a que la curva de contagios se aplaque y no sature al sistema sanitario. Aunque implique más tiempo encerrados la medida salva vidas", comentó. "Hoy en España fallecieron casi 20.000 personas y se calcula que la cuarentena ha salvado mas de 35.000 sólo en este país", agregó.

"No hay otra vacuna más efectiva hasta ahora que nosotros mismos, así que nosotros nos quedamos en casa! Queda un día menos", completó Pablo Mateu Zelarayán, un odontólogo tuumano que eligió Palma de Mallorca para vivir con su familia y, al igual que todos, espera que esta locura del Coronavirus pase pronto.