La transparencia y la crisis sanitaria mirada desde el Reino Unido

Por Juan Manuel Muñoz Tuttolomondo, desde Oxford

Actualmente, hemos tomado conciencia de la importancia de tener datos precisos y actualizados. Con luz, aún con dificultades en el camino, uno puede encontrar la salida. Con oscuridad, sólo con suerte.

En Europa los datos de la pandemia son actualizados continuamente día tras día, hora tras hora. Aunque, no todo es color de rosa por aquí. En la última semana en Reino Unido, los medios titularon explosivamente en sus portadas, que el gobierno británico no estaba contabilizando las muertes de ancianos en casas de cuidado (recordemos que la tasa poblacional de mayores de 65 años en Gran Bretaña es altísima).

Más de 11.000 de estos hogares no estaban siendo contemplados en la estadística. Rápidamente, la opinión pública se abalanzó en las redes sociales esperando una respuesta que no tardó en llegar desde la cúpula gubernamental.

En la conferencia de prensa diaria con los medios de televisión (si, aquí el gobierno brinda una conferencia todos los días y contesta preguntas formuladas en vivo por diferentes medios de TV), desmintieron que estos centros no fueran contemplados, exponiendo que, ante la emergencia decretada y la falta de un test eficiente para determinar el virus, no podían incluirlos en la estadística a falta de precisión en los datos. Sin embargo, sí manifestaron un error por parte de la organización y explicaron el plan a seguir en las próximas semanas para su inclusión.

Aun con estos problemas, podemos ver una metodología de comunicación transparente, seria, abierta e inteligente. Primero notamos que se brinda una conferencia de prensa donde el Primer Ministro y dos asesores contestan preguntas directamente a la prensa. Segundo, se exponen los hechos por ambas partes (gobierno y prensa). Tercero, no está el miedo de reconocer el error en la emergencia. Cuarto, se planificó y se explicó asimismo a la sociedad los pasos a dar, sin dar falsas ilusiones de resolver todo de la noche a la mañana.

Entienden que los datos actuales serán chequeados en los años sucesivos y por ello mismo deben ser lo más fidedignos posibles.

En Argentina la transparencia parece no ser un pilar fundamental. Las grotescas compras con sobreprecios que se reflejó en muchos medios extrajeros, así como la falta de estadísticas fidedignas son moneda de cambio, y todos los años pasa, no fué excepción esta crisis sanitaria.

La indignación generalizada se hizo sentir en las redes, aunque no tuvo el mismo efecto que tendría un caso como ese Europa. Por estos pagos, si un dirigente o gobierno estafa a las arcas estatales, no solo se le pide su renuncia inmediata acompañado de un juicio sumarísimo, sino que pierde su carrera política de por vida. No hay segundas oportunidades, no podés volver, tu carrera terminó.

¿Cómo mejorar, y sobre todo en dónde mejorar, si no lo sabemos con certeza o aún de manera aproximada? Un círculo vicioso que no nos deja crecer, genera desconfianza y ahuyenta a todo el que se interesa en invertir en Argentina. Inversión que generaría trabajo y bienestar.

No debería ser el pueblo el que exija que las estadísticas se sepan, debería ser el propio Gobierno quien se interese en su divulgación.

En Inglaterra hasta las Iglesias publican semanalmente en una gacetilla, además, la recaudación obtenida en la limosna y su destino.

Medios de control hoy en día nos sobran. Por ejemplo, Amazon, una de las compañías con delivery más grande del mundo y la más usada aquí. Dentro de sus medios de control y fidelización de la compra, saca una foto con un celular que cuenta con una aplicación de la empresa, al paquete entregado en la puerta de su destino en buen estado. Todo ello con fecha y hora, a disposición del cliente.

Me pregunto ¿Cómo puede ser que el Estado no pueda tener registros públicos y electrónicos de sus gastos, al alcance de la ciudadanía? ¿No queremos vivir mejor? ¿No hay que ser honesto para estar en política?

Como argentino duele ver que cosas tan simples sean ignoradas en nuestro país.

En poco más de un año tenemos elecciones, no dejemos que se nos olvide. Todos los partidos deberían recordarlo, también.