¿Por qué la gente sale a comprar desesperada papel higiénico?

La compra masiva de papel higiénico es una de las imágenes recurrentes debido a la crisis del COVID-19.

En todos los países donde se a declarado una cuarentena o medidas contra el coronavirus, se repitieron las mismas escenas: filas interminables en los supermercados y gente saliendo a comprar de a montones para guardarse en sus casas.

Sorpresivamente, entre los productos más demandados se encuentra el papel higiénico, que realmente no sirve para prevenir el coronavirus o curar sus síntomas. Igualmente, parece que ser una de las compras más recurrentes a la hora de stockearse. Pero, ¿porqué ocurre esto?

Algunos de los expertos que analizaron esta situación apuntan a que es un ejemplo del experimento de los dos prisioneros, en el cúal a dos prisioneros se les ofrece la libertad si no delatan a su compañero, pero si son delatados irán presos. La gente prefiere pagar la consecuencia de sobres comprar un producto a confiar en que nadie comprará de más.

El papel higiénico no es un producto que sirva para prevenir ni curar el coronavirus, pero igualmente es de los más vendidos a la hora de comprar cosas para la cuarentena.

Esta teoría sirve para explicar el comportamiento de la gente a la hora de comprar, pero no sirve para entender por qué eligen papel higiénico sobre otros productos. Sobre esto varios expertos coinciden en que tiene una fuerte influencia las redes sociales.

"Pienso que viene probablemente de las dramáticas imágenes difundidas en las redes sociales, que son muy claras: los paquetes son muy reconocibles y en las mentes de las personas se ha convertido en un símbolo de seguridad", explica Steven Taylor, autor de "La psicología de las pandemias".

Por eso, explica el autor, la gente decide imitar a sus pares en otros países y “comprar” su seguridad con papel higiénico. Esto también es explicado como un intento por recuperar el control en una situación nunca antes vivenciada por la mayoría de las personas: una pandemia en la era digital.

"Queremos sentir que tenemos el control, con recursos limitados", dice Farasat Bokhari, especialista en economía de la salud de la universidad británica de East Anglia. "Entonces, compramos algo barato, que podamos almacenar y que en el fondo sabemos que vamos a utilizar de cualquier manera", añadió.

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